Los aceites esenciales promueven la regeneración cutánea, aportan elasticidad y forman una capa protectora sobre la piel que la mantiene hidratada y la protege de las agresiones del medio ambiente.
– Lavanda: posee propiedades antisépticas, es muy suave y nada agresivo. Cicatrizante, potencia la regeneración de los tejidos y evita la formación de cicatrices en pieles dañadas o con heridas o quemaduras.
– Limón: las cualidades antioxidantes del aceite esencial de limón lo hacen un ingrediente de lo más útil para tratar problemas de la piel como manchas producidas por el sol (aunque si te expones a la luz solar con él puede ser el causante de esas marcas así que mejor usarlo de noche).
– Árbol de Té: Valioso aliado de la piel gracias a sus propiedades antisépticas, fungicidas y antivíricas, además de ser muy suave.
⚠️ Los aceites esenciales se deben utilizar de forma diluida con un aceite base (vegetal), ya que pueden causar irritación en la piel. Los únicos que se pueden aplicar sin diluir son: árbol de té y lavanda ⚠️